Además tres hombres también quedaron procesados por tenencia ilegal de arma y uno por lavado de activos, ya que tenía 40 cheques de dudosa procedencia por una millonaria cifra.
La Justicia Federal procesó a 13 personas que habían sido detenidas acusadas de vender droga en diferentes puntos de la ciudad, principalmente en el barrio Centenario, que en su mayoría habían sido detenidas a principios de marzo tras un operativo en el que se hicieron 31 allanamientos en simultáneo.
Entre los procesados que solicitó el fiscal Nicolás Czizik hay 10 hombres y 3 mujeres. Entre ellos se destaca quien había permanecido prófugo durante un mes, hasta que fue detenido en su vivienda, a solo 50 metros de los Juzgados Federales.
Fuentes judiciales consultadas por LA CAPITAL confirmaron que las treces personas fueron procesadas por tráfico de estupefacientes y tres fueron procesadas por tenencia ilegítima de arma de fuego.
Uno de los hombres detenidos también fue procesado por lavado de activo, ya que en su vivienda, al ser allanada, los investigadores encontraron 40 cheques por una suma superior a los 3 millones de pesos.
El imputado no podía justificar la tenencia de esos cheques de terceros, por lo que la sospecha esta vinculada a su posible uso para blanquear capitales provenientes de la venta de drogas.
Para los investigadores de la Justicia Federal, si bien estas personas están relacionadas entre sí, interconectadas por la distribución de droga y la venta, no funcionaban como una banda establecida, por lo que no se puede hablar de un líder o cabecilla.
Por una parte sí existían puntos de venta fijos ligados a una misma familia en el barrio Centenario -que fueron los que motivaron el inicio de la causa hace un año y medio-, pero siempre se valieron de pequeñas cantidades de estupefacientes para ventas al menudeo.
A su vez, los vendedores se manejaban con varios distribuidores, que tampoco manejaban grandes cantidades de droga.
Las ventas que realizaban, al ser principalmente en la vía pública tipo delivery, permitían a los procesados no estar obligados a tener grandes cantidades de droga en su poder y poder manejarse con pequeñas dosis que eran rápidamente vendidas en diferentes puntos de la ciudad.